Y el Espíritu me dejo de nuevo: He aquí el "Señor lo ha puesto en tus manos. Sí, y yo también sabía que había intentado quitarme la vida, y que él no quería escuchar los mandamientos del Señor; y además se había apoderado de nuestros bienes. Y sucedió que otra vez me dijo el Espíritu: Mátalo, porque el Señor lo ha puesto en tus manos; he aquí que el Señor "destruye a los malvados para que se cumplan los justos designios. Es preferible que muera un hombre a dejar una nación degenere y perezca en la incredulidad.
Y cuando yo, Nefi, hube oído estas palabras, me acordé de las que el Señor me había hablado en el desierto diciendo: " En tanto tus descendientes guarden tus mandamientos, prosperarán en la tierra de promisión.
Sí, y también sabía que la ley estaba grabada sobre las planchas de bronce. Y además, sabía que el Señor había puesto a Labán en mis manos para este fin: que yo obtuviese los anales, de acuerdo con sus mandamientos. Por lo que, obedeciendo la voz del Espíritu y cogiendo a Labán por los cabellos, le corté la cabeza con su propia Espada.
EL LIBRO DEL MORMON
1 NEFI 4: 5-18
1 NEFI 4: 5-18
4 comentarios:
Sí, una barbaridad.
Yo creo que en la mayoría de los casos es el hombre quien le da una muy mala reputación al creador.
Perdonene, ¿encontraron el título de la cacnción de Givenchy?
L. de A.
Gold, de la banda Klee
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