lunes, 23 de junio de 2008

El Fin de los Tiempos...

...Y será entonces cuando en una noche estrellada, los campos de Hispania se llenarán de incredulidad y su gente soltará un grito de excitación, la selección española de futbol pasará los cuartos de final un día después del solsticio de verano, iniciándose la cuenta para el final de los tiempos...

Profecía de NosJodimus año 1234 D.C.

En la tarde de ayer un amigo del "blog world" iniciamos nuestras discusiones de fin de semana sin percatarnos que este era un día para la historia. Nuestra conversación empezó con la omnipotencia de Dios. Según comprendí, la omnipotencia es un concepto más restringido de lo que suponía al principio. Las matemáticas sólo pueden ser modificadas de forma sutil. Por ejemplo, si nos basamos en la teoría de los números en dónde el número 2 es definido como el conjunto de todos los pares entonces si el Ser Supremo altera la cantidad de pares del universo alterará el concepto de número dos (y también de tres, cuatro... etc.) No obstante, Pi jamás podrá ser racional y mi figura geométrica jamás la podré dibujar en un sólo trazo, ni nunca Dios creará una piedra que no pueda levantarla. Todo lo anterior pertenece al campo de la lingüística, pues simplemente son construcciones gramaticales vacías. Aunque, honestamente, no estoy convencido del todo, pero no niego que tiene lógica.

Luego seguimos con un intento desesperado del vienés de lavarme el cerebro con sus arcanas teorías austríacas. Para que quede claro: Mercado LIBRE es cuando los precios de los bienes y servicios son fijados completamente y por mutuo acuerdo entre vendedor y comprador y no hay ningún mecanismo de coerción por parte de un tercero para obligar a fijar los precios. El problema que ve el vienés a esta definición es la definición de vendedor y comprador. La supuesta contradicción estaría en que la Unión Soviética podría ser considerada como "un individuo" y entonces el conjunto de países con quién negociaba su definición puede constituir un mercado libre. Debo reconocer que el vienés tiene la capacidad de enredarte y si te descuidas un momento puedes estar diciendo cualquier cosa. Lo que si tengo claro es que ni siguiera el ejemplo que ha puesto es verdad, pues URSS utilizaba su poderío militar para coercionar a sus naciones satélites para que se sometieran a su voluntad (Y sino preguntárselo a los checos) En segundo lugar la existencia de coerción por un tercero automáticamente descarta la existencia de un mercado libre.

Lo más sorprendente de toda esta discusión es que el vienés sentía la imperiosa necesidad de incluir el concepto de espontaneidad dentro del sistema de mercado. Hayek le ha convencido que no se puede diseñar o tomar una decisión artificial respecto a una transacción económica, sino que una "etérea espontaneidad" como una especie de espíritu santo se posa sobre los cerebros de las personas y los impulsan, contra su voluntad, a tomar una decisión de venta o compra de un bien. El simple hecho de que decidas vender tu casa, una manzana, un clip o una hoja de papel automáticamente no puede pertenecer esta transacción al mercado pues ha sido una decisión personal de vender el artículo, decisión que no ha estado secundada por esa "mano invisible" que teclea el "misterioso superordenador de la espontaneidad". Sacrilegio sería ponerle tú un precio al bien que deseas vender si éste no ha sido susurrado al oído por las ninfas del Olimpo. Primero no hay nada de artificial en decidir a que precio vas a vender, si yo deseo vender mi casa a mil millones de euros y hay un descerebrado que me compra mi vivienda la transacción pertenece al mercado libre, pues nadie me coercionó para venderla ni a él para comprarla. En segundo lugar, si en el mercado libre no hay nadie con tanto dinero y tan poca capacidad mental para comprarla entonces no venderé mi vivienda y si efectivamente deseo deshacerme de ella tendré que bajar el precio hasta que este represente el valor que alguna persona este dispuesta a pagar. Es como una casa de subastas donde hay una puja. El mundo real funciona así, no como en la Matrix del superordenador "Hayekiano" del vienés. Quién toma la decisión de ponerle el precio al bien que vende es quién lo produce y si no se lo compra nadie lo baja hasta que le sea rentable. Lo que pasa es que el vienés es filosofo y nunca ha vendido ni siquiera una cajetilla de cerillas. En resumen no creo en posesiones espiritistas.

No quisiera pasar por alto que Bill Gates es el ídolo del vienés. Es todo lo que voy a decir sobre el tema. Admite que eres su fan, lo que no sé es si le habrás comprado alguno de los productos que vende. Yo sí.

Al finalizar el día y luego de hacer una de las caminatas más largas de la historia de mi vida finalmente terminamos en el Restaurante Chino al cual juramos jamás regresar, al menos no en nuestras actuales condiciones físicas. Sería doblemente pecado saber que se ha sido glotón y seguir siendolo.

El vienés tiene muchas virtudes y defectos. Admito que te hace dudar de lo que conoces. Pero eso es bueno. Esta mañana no me pude aguantar y desde que encendí el computador he empezado a buscar todo sobre el libre mercado. Mira, que hasta he pensado en sacarme uno de los libros de Hayek para desmenuzarlo y encontrarle todas sus flaquezas. Es bueno conocer personas que constantemente te planteen retos a tu inteligencia, porque si te rodeas sólo de gente que piensa igual que tú, entonces sólo verás lo que quiere ver.

16 comentarios:

Tumbaíto dijo...

"En segundo lugar la existencia de coerción por un tercero automáticamente descarta la existencia de un mercado libre."

No sé cómo decirte esto...

¡El estado existe!

(jjjjjjjjj)

Tony79x dijo...

El hecho de que el Estado exista no significa que todas las transacciones que ocurren en una economía han sido coercionadas por él. Si fuese así, la cantidad de policías necesarios sería enorme. ¿a qué cuando te tomaste la horchata a noche no tuviste que pedirle permiso al gobierno para tomartela? ¿Y cuándo fuimos al chino, ningún funcionario te obligó a comprar ahí? A eso me refiero.

Tumbaíto dijo...

Pero es que estás siendo muy poco perspicuo, Escubícolo. El aminalamiento de los agentes en una región x no exige que el estado coercione todas las transacciones ni siquiera que pueda.

Y, el ejemplo, que has puesto es epecialmente poco perspicuo pues fíjate lo aminalados que estamos que permitimos que pagamos tributos al estado por poder tomar una horchata; efectivamente, e.g.: el iva.

Fíjate hasta que punto la coerción. Que no queriendo el restaurador oriental cobrarme el iva y no queriendo yo pagarle, el lo cobró y yo lo pagué.

Las cosas obvias son las más difíciles de ver.

Tony79x dijo...

Estimado Tumbaíto, tu pagas el iva por que quieres. Si no quieres pagar el iva entonces no compres la horchata y ya esta. Si nadie te ha coercionado para que lo pagues, perfectamente lo puedes ahorrar. Coerción significaría que alguien te obligase a tomarte una horchata

Tumbaíto dijo...

¿Sí? Y los precios establecidos por la unión soviética para las cosas son libres. Si no los quieres pagar, no compres.

De hecho, la única manera de que me ahorre el IVA es que no compre nada (ni una horchata ni ninguna otra cosa); o sea, puedo no pagar el IVA si decido morirme de hambre.

Fíjate! Igual que con Stalín, puedo ser libre decidiendo morir.

¿Yo soy el socialista?

Tony79x dijo...

La verdad es que tú todo lo llevas al extremo. El hecho de que te cobren impuestos no significa que te estan coercionando para que compres el objeto, te estan coercionando para que pagues el objeto por encima de su valor. ¿por qué siempre tienes que irte al extremo? Además existe el ahorro, por si no lo sabías. Mira, en la unión sovietica, de la que tanto te gusta hablar los precios eran fijados y las cantidades a producir eran determinadas por el gobierno, así que la comparación que haces es como mínimo montruosa. Cuando tu fijas el precio de un artículo tu asignas el valor teniendo en cuenta que una parte va ir a parar al gobierno y ya esta. A mi ningún gobierno me a colocado un revolver en el pecho para que comprase una horchata, ni tampoco al que produce la horchata para fabricarla. A ambos si nos han colocado un impuesto para realizar la transacción si decimos por mutuo acuerdo llevarla a cabo. Es una intervención, no te lo niego, pero que a mi me obligaron a realizar la transacción, la respuesta es no. Es como cuando vives en casa de tus padres, tu estas obligado a respetar ciertas normas, pero dentro de ese marco tu tienes una autonomía. Nadie es totalmente libre, la libertad como tu la vislumbras no existe. Todos estamos obligados a algo o alguién, ya sea nuestros padres, conyugues, hijos, comunidad, sociedad o estado.

Tumbaíto dijo...

Si "estan coercionando para que pagues el objeto por encima de su valor", entonces están coercionando.

Y si ese que está coercionando es un tercero como "la existencia de coerción por un tercero automáticamente descarta la existencia de un mercado libre", entonces no hay mercado libre.

Simplicidad, Escubícolo.

Tumbaíto dijo...

Tú eres el que has querido usar una definición del mercado cuya belleza radica en la belleza de los desierto; ahora no te quejes de que no brote nada de ella.

Y fíjate que aún no me he comprometido con concepto alguno de libertad; o sea, que mi posición es inatacable a no ser que cualquier concepto de libertad sea atacable y si cualquier concepto de libertad es atacable lo es el tuyo y si lo es el tuyo: JAQUE.

Tony79x dijo...

Simple es tu pensamiento, demasiado simple diría. La coerción de la que hablo es para que la transacción se produzca no para que pagues el impuesto. ¿alguien te coerciona para que vayas a misa? No. ¿Cuándo vas a misa, puedes hacer todo lo que te plazca dentro de la iglesia? No. Entonces te coerciona la iglesia, pues dentro de ella no puedes hacer todo lo que te plazca.

Tony79x dijo...

El problema es que tu definición no tiene sustento en nada. Es como si definieras al espiritu santo. Te lo digo, deja eso de la "espontaneidad" que te vas a volver loco. El mercado no es un espiritu que enloquece a las personas y las obliga a vender o a comprar contra su voluntad ni les susurra al oído el precio al cual han de realizar la transacción. Eso es lo que no entiendo. Tu hablas de la espontaneidad y dices que si hay una decisión individual deja de pertenecer al mercado. El problema es que según tu definición NADA pertenece al mercado, pues cada transacción corresponde a una decisión. El mercado libre significa que quién toma la decisión no ha sido coercionado para tomarla.

Tumbaíto dijo...

Fíjate si tú complejo pensamiento es estúpido que hasta las reglas más simples de la lógica muestran que es inconsistente.

De hecho, aunque no te has dado cuenta estás a punto de admitir (otra vez) en mi blog la espontaneidad.

Y no se trata de que vendan contra su voluntad sino que su voluntad no se forma en la chistera sino en el mercado.

Tony79x dijo...

Tumbaíto, si por chistera te refieras a la cabeza, debo decirte que los dueños de negocios no son zombies, toman decisiones cada día. Ellos pueden fijar el precio que les de la gana y yo puedo comprarles si me da la gana. O sea que nadie nos obliga a realizar la transacción. El problema tuyo es que quieres ver a Dios en todas partes. Hay libre albeldrío, ¿lo sabías? Cuando te dije lo de la lógica fuzzy me refería a que en España hay mercados que estan intervenidos. Un ejemplo es el mercado de la salud, por eso no puedo decir que en España hay un mercado libre.

Tumbaíto dijo...

No, no pueden. Si no encuentran los precios oportunos todo se va al garito y si da igual los precios de las cosas, entonces no hay mercado.

Puedes decir que no es del todo cierto que el mercado español sea libre.

Tony79x dijo...

En eso estamos de acuerdo, si no asignan un precio que alguien puede pagar todo se va al "garito" pero nadie le sopla nada, ellos asignan sus precios, toman la decisión. Lo que yo te quiero decir es que debajo de esa "espontaneidad" de la que tu hablas, se encuntran miles (millones en algunos casos) de decisiones tomadas a consciencia, "artificialmente" para ponerlo en tus términos. Por ejemplo, cuando se decide vender una casa, el propietario casi nunca inicia con el precio apropiado. Al observar el tiempo transcurrir, y observar que no hay compradores entonces baja los precios. Esto no quiere decir que no hay mercado, sino que simplemente el precio era superior al valor que le otorgaban al inmueble sus posibles compradores. Además es una ilusión de que existe un único precio para las cosas. Vienés, tu sabes muy bien que puedes adquirir un producto similar cómo la coca cola a precios tan distintos que van desde 80 centimos en un supermercado hasta 9 euros. Es más en mi universidad Hay una máquina que vende coca cola a 80 céntimos y la cafetería que esta justamente al lado la venda a un 1.10.

Tumbaíto dijo...

Caro Escubícolo,

Detrás de cada una de las prolaciones del español hay alguien que ha decidido emitirla sin que eso implique que la prolación sea el resultado de ninguna de esas decisiones. ¿Ves la diferencia?

De hecho, cuando el emisor decide que la decisión vaya más allá de decir "Escubícolo es un chico muy inteligente", entonces surgen los problemas. Efectívamente, ese ir más allá puede querer implicar decir "Esbicucolo es un cochi muy tinetengile". ¿Y que ocurre? ¡Efectívamente! ¡Desinformación!

Pues lo mismo con los precios.

Tony79x dijo...

Lo que no entiendo es porque tu insistencia de comparar lo que pasa con el lenguaje con la economía como si las leyes que aplican a la economía son las mismas que aplican al lenguaje. No es lo mismo, vender manzanas que inventarse un vocablo e introducirlo en la lengua. No hay un mercado para el lenguaje igual que lo hay para el aceite de oliva. Son cosas diferentes. ¿Alguna vez te has preguntado como se fijan los precios? ¿Has tenido contacto con un comerciante o un empresario? Yo sé como se fijan los precios, pues mi familia tiene un negocio y he trabajado en el sector privado. Son decisione informadas, el consumidor puede que acepte el precio o no que tu impongas todo depende de tu poder de mercado. Si eres el único productor en un espacio geográfico considerable tienes más poder que si fueras uno de 50,000 productores.