martes, 19 de junio de 2007

El séptimo arte y los pseudo-intelectuales

Hoy voy a comentar una película que me ha causado una impresión de esas que jamás podrás olvidar. Se trata de la "Fuente de la Vida" (The Fountain) una película del aclamado director Aronofsky en la que protagonizan Rachel Weisz y Hugh Jeckman. Si deconstruimos la obra maestra de Aronofsky observaremos que hay elementos en los cuales no podemos decidir y experimentamos como el director invierte los opuestos binarios de la vida y la muerte, en la cual ya no se privilegia a la vida sino a la muerte... Bueno basta ya de disparates y vamos al grano, la película es un gran disparate, una estafa en la que una serie de incautos son llevados a pagar por estar sentados dos horas en el cine sin saber que estan viendo con la unica finalidad de quitarles el dinero y elevar un poco sus reducidos egos. Lo cierto es que cualquiera que no este nublado por su arrogancia puede dislumbrar la gran estupidez que representa esta película.

¿Porqué decimos todo esto? Porque la película carece de un guíon coherente, las escenas se suceden unas a otras de forma muy inconexa, la emotividad que trata de transmitir no es lograda y el resultado final es un gran dolor de cabeza en el algunos y en otros una risotada de alredor de media hora (mi caso). La película utiliza el señuelo de la civilización maya para atraer público ávido de dos horas de entretenimiento y lo que obtiene es supuestamente "una obra maestra que no esta basada en una secuencia lógica sino de generar emoción." En teoría, para poder apreciar el valor de esta película, debería ser vista como una obra de arte abstracto, donde tus percepciones personales le den el valor característico del filme. A mi me excusan los críticos de cine, pero para que una película funcione lo primordial es un buen guíon, el cual pueda ser entendido por la mayor parte del público que asiste a la función y donde la emotividad vaya acompañada con la comprensión de la película.

Entonces , uno se pregunta porque este tipo de películas tiene tanto éxito en aquellos circulos intelectualoides. Principalmente por la arrogancia del ser humano. Primero el filme se vende destinado a un "selecto grupo de personas". En segundo lugar, se elabora la película de tal manera de que sea imposible encontrarle sentido alguno. Y finalmente, se espera que los expectadores al salir de la función exclamen que han entendido perfectamente lo que el director ha querido decir, y si tú no lo entendiste es porque "desconoces lo que es el psicoanálisis" o "careces de nociones de lo que es el cine inteligente y te conformas con guiones simplistas". Por favor, si realmente quieren impactar y darse galas de intelectual formado aprovechen esas dos horas y pongánse a leer un libro. Estoy seguro que hay cientos de personas que nunca han leido a un filosofo en su vida y se creen que son lo máximo.

Les comento que después de la tortura de esas dos horas en que mi amigo Leo y yo estuvimos perplejos en el medio de aquella sala, no pudimos aguantarnos más y luego de ese final caótico y ridículo nos empezamos a reir de forma histérica, mientras observamos como la gente se mantenía en sus asientos, luego de haberse acabado la función, como esperando que alguien bajara de las taquillas a explicarles lo que había sucedido. Lynch, Aronofsky y los otros timadores, les prometo que jamás me volverán a robar, prefiero mil veces "Chicas blancas" antes que ver una película que me produzca la misma sensación de ver un hornillo prendido.

6 comentarios:

Tumbaíto dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Tumbaíto dijo...

Te voy a contar una de mis opiniones raras. Creo que hay conjuntos de cosas que si contuviesen todas las cosas que son de ese tipo -el conjunto de las manzanas contiene cosas que son un tipo de cosas que conocemos como manzanas- serían demasiado perfectos para existir; o sea, un mismo tipo de cosas puede estar subsumidas en más de un conjunto y no existir el conjunto de esas cosas que subsumiría a ambos conjuntos.

Pues bien, así concibo yo a la "sabiduría" y, por ende, al intelectual le veo como farsante.

Tumbaíto dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Les comento que después de la tortura de esas dos horas en que mi amigo Leo y yo estuvimos perplejos en el medio de aquella sala, no pudimos aguantarnos más y luego de ese final caótico y ridículo nos empezamos a reir de forma histérica

Y si la película era tan mala por qué aguantasteis dos horas...?

Tony79x dijo...

Aguantamos dos horas pues pensabamos que en algún momemento de la película iba a suceder algo que nos haría encajar todas las piezas del puzzle. Lo cierto es que a mitad de la película ya estaba medio dormido y leo no quería irse pues me decía que al final entenderíamos todo.

Anónimo dijo...

leo no quería irse pues me decía que al final entenderíamos todo.

Qué Fe en el mundo del Arte... jeje!